martes, 24 de abril de 2012

Capítulo 7.

Lo último que oí fue el grito de alguien, mi ultima imagen fue caerme al suelo.
Estoy sumergid en una especie de sueño, donde nada tiene sentido. En el sueño aparece Josh gritando mi nombre y yendo al carril para ayudarme despues de que me atropellara el metro.
No se si esto es lo que siente uno al morirse, peor yo no veo ninguna luz y es com si estuviera sumergida en un sueño eterno que por alguna parte se que nunca se acabará. Colores chillones, voces extrañas invaden todo mi sueño profundo. Las voces son cada vez mas claras, no son conocidas pero si puedo oirlas claramente.

-Prepara el escáner, terminaremos por la tarde.

-De acuerdo, Taro.

-La quiero espierta para esta noche.

La voz del hombre se desvanece. Yo no puedo hablar, solo oigo las conversaciónes de los de la sala en la que estoy. Tampoco puedo abrir los ojos, es como si fuera una especie de fantasma que esta pero a la vez no. No me da tiempo a seguir pensando porque me sumerjo en otro de mis sueños extraños.


Un reloj de arena que se mueve, un ojo de gato mirandome, un  desierto. Nada tiene sentido y de repente todo se vuelve blando, poco a poco voy viendo donde estoy. Es una sala gris, parecido a un hospital. Quizas me consiguieron salvar a tiempo y me llevaron aqui, quizas Josh me salvó.
Cuando consigo recuperarme por completo un médico dice mi nombre.

-Andrea.

-Si..

-Prepárate, vístete.

-¿A dónde voy...?

-No hay tiempo, ponte esta ropa.

El médico me da un vestido rojo que llega hasta el suelo. Es de tiras anchas y bastante favorecedor, pero aun no entiendo para que necesito el vestido. Mientras camino me doy cuenta de que estoy peinada con el pelo recogido atrás en un pequeño moño y otro trozo de pelo suelto. La verdad, no me queda nada mal pero me da miedo pensar para que necesito llevar puesto esto. Al final de pasillo me espera un guardia y me conduce por una infinidad de pasillos, todos iguales, hasta que llegamos a una gran puerta dorada.
El guardia abre la puerta y mi cara se llena de asombro. La sala esta llena de gente que no conozco, hay mesas con comida y una gran fuente de agua en una esquina. Tiene dos pisos.
En cuanto me ven entrar se me quedan mirando fijamente, lo que me hace sentir incómoda.

-Al fin has llegado chica, empezabamos a pensar que te había perdido por los pasillos.

Esa voz... era la voz que escuche cuando estaba inconsciente, la voz de aquel hombre que dijo que tenía que estar lista para esta noche.
No me da tiempo ni a reaccionar ni apenas a decir nada, me coge del brazo y me lleva a la pista de baile. La canción es de salsa y prácticamente todos la estan bailando. Yo me muevo sin saber que hacer, no se si estoy a salvo o en peligro ni como debo de actuar. Pero la musica sigue sonando y el señor me coge por la cintura y empieza a dar pasos hacia a delante y hacia atras con bastante ritmo, luego me da vueltas. Pero yo ya estoy cansada.

-¡Parar ya!

La gente para y se me queda mirando, definitivamente no podría haber llamado más la atención. Pero sigo con lo mío.

-¿¡Qué es esto, que hago aquí!?

-Chica, te lo explicamos más tarde ahora diciertete.

-¡No, tú no sabes lo que es andar por el mundo sin saber que es lo que pasa! ¿¡Que hago aqui, quienes sois!? ¡Solo quiero saberlo!

-Sigueme.

Y el hombre me lleva a una sala oscura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario